miércoles, noviembre 15, 2006

El Escapista


Nunca nos deja de sorprender, cada fin de semana nos regala algo nuevo, ni hablar del periodo de vacaciones, donde las anécdotas están a la orden del día.
Quien lo iba a pensar, si hace algunos años se perfilaba como uno de los deportistas mas destacados de nuestra región y sobresalía entre los demás en cada fecha del fútbol amateur osornino.
Mi memoria es pésima, pero aun así puedo recordar y contar casi todas esas historias que nos hicieron reír un buen rato y que alguna vez nos metieron en mas de algún lío.
Nuestro amigo sufre de anemia, no hay lugar donde no se quede dormido, también es sonámbulo, quien no a disfrutado de sus conversaciones entre sueños (cuando se logran traducir al español), hasta se le puede sacar información secreta de esa forma.
Es un stripper profesional compulsivo, no controla sus ganas de echar a volar las ropas y exhibirse en cada reunión, ya sea privada o publica, viaje o actividad nocturna del grupo, habiendo mujeres o no (eso da lo mismo).
No tiene estomago, y si tiene esta muerto hace algún tiempo. Quisiera contar cada cosa que ha ingerido nuestro personaje, pero seria una lista demasiado extensa y con variedad de ingredientes, desde sopa con vino hasta papas con vomito.
Quizás uno de sus peores defectos (o virtud dirán algunos) es la debilidad por el alcohol, cada fin de semana para el es una vía de escape a la tensión provocada por el intenso estudio que le demanda la universidad a la que asiste. Existe un alto porcentaje de posibilidades de que si Ud. lo visita un sábado durante la mañana lo encuentre en estado de intemperancia.
Obviamente también tiene su lado humano, jamás dejará a algún amigo plantado en algún evento social nocturno, lo acompañara hasta las ultimas horas y nunca permitirá que este se alcoholice, el como buen samaritano absorberá todo para impedirlo.
En una de sus ultimas hazañas demostró todo su poderío atlético, como el de antaño, tratando de escapar al encarcelamiento que le había impuesto su madre y respondiendo al llamado de un amigo en problemas. Usando su imaginación y desde el segundo piso, lanzó desde la ventana cual Rapunzel las sabanas de su cama, usando la silla de su escritorio como ancla. De no ser porque fue sorprendido en el intento, no les quede duda que hubiese llevado a cabo su plan.
Todo quedo demostrado antes de ayer, cuando afligido por no poder salir ya que lo habían castigado, pidió permiso para ir al baño por una emergencia gástrica. Durante los próximos 20 minutos no se escuchó ruido alguno, lo que comenzó a levantar sospechas, hasta que fue forzada la puerta para ver que ocurría. Al entrar solo vimos la ventana abierta y el movimiento de la cortina al viento... ni rastros de él.
Si Ud. lo ve en la calle salúdelo.
Sras y Sres. Con ustedes, el escapista.







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